No es fácil en un artículo sintetizar la cuestión Valsusina y el rol que los anarquistas -algunos- han tomado en ella, el asunto es muy amplio y complejo, nos limitaremos entonces a dar nuestra interpretación de ciertas dinámicas que hemos podido obsrevar en algunos años de permanencia en el infame “Valle que resiste”.
En primer lugar habrá que aclarar algunas cosas sobre el modus operandi que los detentores de la linea política del movimiento han marcado/impuesto y que llevan adelante con el beneplácito de los anarquistas/ No Tav. Partamos de la conclusión: ¿en el Valle de Susa subsisten posibilidades reales de revuelta, existentes o en potencia, que tengan como objetivo abatir las lógicas de dominación que conocemos y con las cuales como anarquistas estamos en conflicto cotidianamente? La respuesta es no. En el Valle de Susa, el escenario es el clásico de la lucha que se materializa sobre un territorio ciertamente amplio pero que refleja precisamente todos los límites de los movimientos “no en mi jardín”.
Como hemos tenido muchas veces la posibilidad de ver, el movimiento valsusino en su gran mayoría no está interesado en la lucha que se desarrolla lejos de sus fronteras y si lo hace es sólo por intrumentalización política o por una cuestión de empatía superficial y “religiosa” que no pasa por pensar en similitudes y diferencias con los conflictos existentes y elaborar un razonamiento general de crítica y ataque al Poder, el cual, de hecho, no es rechazado ni mucho menos puesto en discusión y del cual lo que se quiere es sustancialmente una gestión más “equitativa”.
En el plano estrictamente local, la cosa se hace bien evidente en los momentos de consulta electoral. Esto se ve en las elecciones nacionales aunque en mayor medida -obviamente- en las comunales, cuando la oligarquía del movimiento, la misma que toma las decisiones y establece las líneas de acción en reuniones restringidas antes de las falsas deciciones de las llamadas “coordinaciones de los comites” (1), momentos de reunión de asambleas con decisiones horizontales pero que saben más una comunicación de unos pocos a otros muchos sobre las eventuales acciones a tomar, ansían estar en la carrera por cubrir cargos institucionales. Comienza así, entonces, el gran vals de las alianzas, concupiscencia e intrigas, cuyo fin es obtener el voto, con el objetivo de acrecentar la popularidad personal y buscar la conquista del gobierno de algunas comunas afectadas por el pasaje de la Alta velocidad y de la infraestructura que le va unida, para tener la propia parcela de poder e ir a hacerlo pesar en los coloquios con supuestos enemigos de la organización estatal. Hay un gran uso de la delegación, tanto en la gestión normal del movimiento (en las coordinaciones de los comites, ahora reducidos a una quimera valsusina, que son representados en las reuniones por algún individuo), como en la gestión extraordinaria, como en el caso de las elecciones donde existe la posibilidad de estar en los lugares administrativos comunales tan codiciados, alentados y apoyados. Durante tales eventos, como también en otros de mayor participación de individuos que “vienen de afuera” -figura vista como arma de doble filo, atractiva pero temida, tal vez por la libertad de acción que podrían reivindicar y aplicar- se afirma con orgullo el molesto concepto según el cual las cosas en el Valle se hacen “a nuestro modo”, o sea, de forma impuesta por la oligarquía y aceptada con la condescendencia de la masa, sin ninguna tolerancia, o en el mejor de los casos consideración, de eventuales iniciativas grupales o individuales que salgan del recinto de la supervisión de los valsusinos. El “a nuestro modo” representa una linea de demarcación entre lo que se puede hacer y lo que no, el cúando, el dónde, el cómo y el quién, y es la demostración de un sistema vertical y autoritario, que con retórica movimentíztica se dice negar y combatir, pero que en la práctica no se hace para nada.
Valle de Susa, la retórica teatralizante de la lucha
Si hay una cosa que en el Valle de Susa ha sido creada con gran suceso y que hasta ahora continua funcionando muy bien es la retórica del movimiento que se manifiesta de forma clara en los momentos en el que se decide contar la historia y “vender” su producto fuera de las fronteras del Piamonte. La palabra “vender” no es elegida por casualidad, de hecho, lo que se puede notar pasando tiempo en el Valle y participando en las reuniones del movimiento, es cómo cada hecho es tratado de manera teatral y dirigido a crear un imáginario: un simple tiempo pasado delante de una red se convierte en una “gran jornada de lucha”, una tentativa de algunos de forcejear al bloque policíaco se transforma en un vil ataque violento por parte de los policías a los pobres manifestantes que estaban reivindicando solo un derecho propio. Nos encontramos frente a torsión de los hechos con el objeto de crear un imaginario de resistencia que pueda tener pegada, por un lado, con las bellas almas de la “sociedad civil”, y que entonces nunca sea de ataque sino de resistencia a la violencia súbita, y por otro que le guiñe el ojo a los revoltosos dispersos por Italia y los atraiga a quedarse en el Valle demostrando como la heróica resistencia valsusiana no habla el lenguaje del mero testimonio o la politiquería, sino el de la lucha no mediatizada a la fuerza. Todo aceptado, y en buena parte también planteado, por los anarquistas más metidos en las dinámicas de la gestión del movimiento. Pero no se trata sólo de representar de forma colorida aquello que sucede, sino de una creación de un imaginario instrumental para cooptar mano de obra externa al Valle utilizando temas y palabras importantes, por ejemplo para el anarquismo, mostrando una realidad del Valle horizontal, acéfala y genericamente “libertaria” que en los hechos no se corresponde con la realidad pero que es útil para desarrollar fuerzas sobre el territorio. Mano de obra “especializada” que puede resultar útil en el momento de los conflictos con la fuerza pública pero, como ya se ha dicho, que es sostenida con una correa para que no moleste demasiado a la población o para no arriesgar la rotura del equilibrio interno del movimiento. En esta lógica de una “gran familia”, de la cual hablaremos más adelante, ha demostrado ser un instrumento perfecto. La hipocresía del movimiento, la autorepresentación espectacular, la aceptación de las dinámicas comunicativas del Poder (mistificación, inversión del sentido del lenguaje, manipulación de los hechos, etc….) son substancialmente la forma de ser del movimiento No tav, una metodología no compartida quizás por todos los “movimentistas” que igual la aceptan, o por necesidad, o para no arriesgarse a poner en discusión las posiciones establecidas en la interna del movimiento de las “mil almas”. Y éste creemos es el caso de ciertos anarquistas que hasta hoy han hecho como que no han visto, o han minimizado o justificado dando ridículos motivos.
La creación de la gran familia
El movimiento No tav es hijo también de la sociedad sobreexpuesta a los medios, y como tal, ha debido crearse una imágen multifacética para resultar apetecible tanto a los consumidores del espectácuo mediático, como a aquellos que buscan un lugar donde su modalidad de lucha sea aceptada y compartida. La retórica de la gran familia en esto ha sido un instrumento importante, y seguramente bien estudiado, para lograr marginalizar a los elementos que podrían ser poco digeríbles a los espectadores del teatro valsusino. Si la presencia de militantes de varias extracciones ha sido aceptada como una necesidad instrumental -y para darse cuenta basta hablar con cualquier “simple” habitante del Valle- es necesario que ciertas identidades específicas más incómodas sean ocultadas o pasadas a un segundo plano, generando una óptica edulcorada para presentar al movimiento más allá de los escenarios clásicos del conflicto. La marca es de la gran familia No tav, todos somos No tav, etc… En este escenario, la história de los cuatro anarquistas (transformados luego en siete) arrestados por un ataque a la cantera -que los portavoces del movimiento, utilizando sus técnicas han llamado “caminata nocturna”- es explicativa (2). El movimiento siempre ha hablado de “sus chicos”, de los cuatro prisioneros No tav, omitiendo siempre citar su pertenencia “ideológica”, así, se hace más digerible al público su posición, dificilmente vendible si se identificara como anarquista que es notoriamente menos “apetecible” a los consumidores de los medias del régimen. Y todo esto ha sido aceptado por parte de los anarquistas que evidentemente han creído útil no agitar mucho eso que en un tiempo era llamado “la bandera del ideal”, por miedo -quizas- de perder el apoyo mediático disidente de la sagrada insignia de la bandera con el tren y la cruz. La “gran familia” también tiene una función que no es otra que la de llevar el concepto de democrácia utilizada por la autoridad clásica pero que es demasiado comprometido para ser vendido a la interna de un movimiento que pasa entre la antipolítica de stampa grillina (3) o de los indignados al sentimiento de revuelta de otros que aparecen en el escenario. La “gran familia” es el dogma delante del cual todos los que han decidido formar parte alzan las manos. Así como para la “sociedad civíl” la acusación de antidemocraras se convierte en una máquina de lavar demostrando toda su fe en los dictados democráticos, la mismo sucede en la interna del movimiento valsusino donde la palabra democrácia es sustituída, manteniendo el mismo significado, -a menudo intercambiable- con “gran familia” o “movimiento popular”. En el nombre estos todo conlficto generado por cuestiones substanciales es reducido al silencio. En esto el movimiento valsusino es perfectamente reaccionario ya que ha decidido utilizar métodos y estructuras de creación de consenso y de gestión de la realidad, tradicionalmente hechos y utilizados por el poder para aniquilar el disenso y la posibilidad de que se cree en su interna momentos reales de conflicto. Se ha decidido, entonces, no meter en discusión ciertas dinámicas y substancialmente avocar al objeto colectivo la propia subjetividad individual. La implantación del poder se ha replicado y ha bastado sólo trabajar un poco sobre el lenguaje. La investidura popular se transforma así en el objetivo que sustituye, en la forma y no en la substancia, al concepto burgués de elección democrática, y poco cambia entre el “somos democráticamante electos” de los políticos y el “la población del valle está con nosotros” de los gestores del movimiento. El consenso desnudo y crudo es lo que se busca, nada más, el lenguaje torpemente popular/sentimental de algunos seguidores del movimiento (también anarquistas) dice mucho de la posibilidad de estas afirmaciones. La gestión del lenguaje y la manipulación de los hechos también son evidentes en el modo en el cual fueron afrontadas las cuestiones vinculadas a la delación (4). El movimiento No tav tiene en la práctica decidido no tomar posiciones estigmatizantes como en una “lucha entre parroquías”, cambiando la atención y el núcleo de la cuestión substancial. La delación y todo lo que esta conlleva, ha sido vaciada de significado reduciendo todo a un acto de lios entre bandas. Cerca de un mes de los sabotajes de Firenze y Bologna (5), el llamado del movimineto, gritado con fuerza y en perfecto estilo autoritario para detener todo mínimo atisbo de pensamiento crítico individual, ha sido el de hacer que el espectaculo del movimiento continuara. Que continuara unido en la lucha, a toda costa, y de que terminara de una vez por todas con los hechos que deben ser archivados a lo mejor como “polémica”. En esto, los anarquistas “familieros” han decidido en buena parte no turbar los equilibros a la interna del vientre caliente del movimiento popular, o ignorando la cuestión, o dejándola también -utilizando un lenguaje al límite de lo sacerdotal- como “escaramuza”, tal vez por el medio utilizado (internet) o por los animos exasperados, o cambiando la atención sobre -a decir de ellos- la verdadera cuestión: la práctica del sabotage.
Estas actitudes van totalmente en línea con la tendencia del anarquismo italiano que tiende siempre más a minimizar cuestiones de substancia como la delación, la presencia en los espacios de infámias o inflitrados, en nombre de un “querámosnos” hijo de la convivencia política en una lógica utilitarista que sinceramente enferma.
La historia, las historias y las fábulas
Como cualquier movimiento nacional popular también el No tav tiene necesidad de santos y de mártires. Y si hoy el movimiento juega mediaticamente, en los periódicos y en la tv, con los heridos y arrestados, cosa de por sí ya despreciable, mucho menos tiene escrúpulos en agitar a modo de santo la foto de Edoardo Massari, Baleno -o Balengo para algunos que en su tiempo lo despreciaban y que hoy hacen apología de él- y Maria Soledad Rosas, Sole, los dos anarquistas “suicidados” en régimen de privación de libertad, a finales de los años 90, acusados de ser ejecutores de algunos sabotajes ocurridos en el Valle dañando la Alta Velocidad… Ya, en 1998 alguno en el Valle ya saboteaba, y estos sabotajes eran despreciados por muchos “intelectuales” hoy defensores del movimiento como por ejemplo el triste filósofo Prof. Vattimo que en aquellos tiempos tuvo palabras irrepetiblemente ofensivas para con la memoria de los dos compañeros y que ahora se sienta tranquilamente junto a la mesa de quién tal vez en esos tiempos quedó solo defendiendo a los dos “mártires”, y lo hace con todos los honores con los que se le tributa a los partidarios vip del movimiento, sean jueces, escritoresa sueldo, escritores famosos filo-sionístas o lo que sea. Pero, podría decir alguno: los tiempos han cambiado y los errores se pueden corregir y así pareció hace tiempo durante una entrevista al lider del movimiento Alberto Perino, que reiterando que la solidaridad de los No tav a los siete arrestados, en el pasado admitía errores de evaluación al haber juzgado mal a los pobres Sole y Baleno, unos añitos antes. Entonces todo resuelto…no realmente, pero es así, parece que el mantra “el pasado pasado, miremos para adelante” lo han tomado, incluso los que historicamente siempre han levantado el “no olvidamos”.
Algunos partidarios pseudocríticos del movimiento -que hacen tanta libre conciencia agitando su bandera del pensamiento autónomo- quisá no se sustancian con una crítica demasiado radical- tal vez diciendo que comparten toda una serie de puntos del movimiento y afirmando que distinguen los límites objetivos- y dicen que lo importante es “mantenerse dentro” a cualquier costa -y toca tragar algún sapo-, e insisten en que el valsusino es el único movimiento popular que ha asumido la práctica del sabotaje como medio de lucha. Esto es verdadero y falso al mismo tiempo.
Si bien es verdad que una famosa asamblea ratificó el sabotaje como práctica admitida -tal vez con una serie de barreras- y que éste es un evento más que raro, único en Italia, también está claro que se hizo tapándose la nariz y por puro cálculo político. En ese momento había necesidad de relanzar una lucha que había perdido pegada entre los militantes antiautoritarios italianos alejados a causa del desvio del movimiento hacia el flagelo electoral. La presencia de “los de afuera” en el Valle comenzaba a mermar (a expeción de algunas históricos, responsables, en ciertos casos, de la maquina del consenso valsusino), y entonces había necesidad de relanzar el producto a una porción del “mercado” demasiado importante para el movimiento que sin “carne de cañón” para mandar a la refriega de los bosques se encontraría con la casi total ausencia de los pobladores en las barricadas o la falta de “competencia” en determinadas choques “calientes”… ¿Qué mejor que el sabotaje? La práctica es patrimonio común de tantas realidades, se refiere a una épica de lucha gloriosa que puede ser jugada mediaticamente. El juego fue hecho, también si el mecanismo ha arriesgado de romperse inmediatamente, porque pocos días después de la famosa asamblea un sabotaje se llevó a cabo y algunos, siempre los mismos notav.infam, agitaron inmediatamente el fantasma de la provocación. Recordemos que apenas unos días antes los árbitros del movimiento habían legitimado la práctica del sabotaje.
El sabotaje, entones, se convierte en un medio de cooptación política y no de práctica estratégica en una batalla de liberación inserta en la guerra contra el dominio, tanto así que solo pocos meses después, los mismos agitadores del sabotage, se encontraban tratando algunos como práctica despreciable, inútil y dañosa para la causa misma del movimiento, al cual le hacía perder atractivo a nivel nacional en un momento en el cual la simpatía por el símbolo del tren en una cruz estaba en crecimiento. Y todo esto a pesar de la maxima que los mimos No tav propagában por media italia “llevar el valle a la ciudad”, o actuar en los territorios contra la alta velocidad en los modos que se crean oportunos…¡pero no hoy!…¡la conveniencia política antes que nada!
Anarquistas notav, anarquistas y No tav
Si las dinámicas del movimiento No Tav no agregan nada nuevo a las perspectivas de la revuelta, entonces hay que afrontar la cuestión por parte de los revoltosos, no se trata de nada más que de una lucha contra una condición específica del domino pero que no se interesa por afrontar las conexiones de los tentáculos del mismo, sino solo por resolver la propia cuestión del barrio, en fín, una clásica lucha por la defensa del propio jardín, pero que en este caso habría podido tener alguna posibilidad interesante. Por desgracia la táctica política de entrismo movimentista sin peros que ha sido implementada por ciertos anarquistas no ha hecho otra cosa que legitimar un movimiento específico al representar una suerte de vanguardia revolucionaria. Nada más alejado de la realidad de los hechos, obviamente, pero en la creación de este falso imaginario algunos “revolucionarios” tienen determinada responsabilidad. Ya la aceptación de las dinámicas del grupo amplo y lo vinculado a las deciciones de la mayoría, del dogma del populismo en salsa de la “gran familia” no han hecho otra cosa que traer marchando POR AÑOS a algunos anarquistas al lado de curas, alcaldes, jueces, ex militares y así sucesivamente, y esto de forma acrítica sin que se haya tantado realmente de desarrollar un discurso de crítica radical a ciertos mecanísmos del movimiento. Asimismo se ha decidido alinearse a una óptica de pragmatismo político para no romper un frente popular -presa tentadora para los hambrientos de legitimidad y amantes del micrófono- en el que evidentemente se ha vislumbrado un área de captación útil para sus propósitos. En vez de llevar a cabo las ideas y enfoques prácticos de una crítica sistémica, compleja, ciertos anarquistas han concentrado la crítica a lo existente sobre un único aspecto, la oposición a una manifestación localmente presente de poder, ignorando, dejándo de lado, opacando, diluyendo todos los otros elemento que tienen la misma importancia a la interna de la revuelta, elementos que constituyen el mismo logos de negación y ataque al dominio.
Por años las razones del movimiento, al igual que la razón de Estado, ha sido aceptada por buena parte de los anarquistas más presentes en el Valle que se han prestado felizmente al juego de la política hecho de compromisos, ojos cerrados y búsqueda de consenso. Cierto, cada tanto algún malestar de panza ha habído, pero la dialéctica de movimiento ha dejado substancialmente un amargor en la boca. Cuando algunos compañeros han sido atacados por la gran familia por haber elegido negarse a la defensa legal en el proceso a los 53 por los hechos de junio-julio del 2011 (6), ¿cómo se han puesto los anarquistas aficionados al Valle? Se dijo poco o nada, como si fuesen cuestiones poco importantes o en todo caso, subordinadas a la unidad movimentística. ¿El resultado de esta metodología política de ciertos anarquistas que a generado en concreto? Mientras que muchos anarquistas han estado meses en prisión y afrontado procesos por hechos ocurridos en el Valle, en el movimiento local, ¿cúal ha sido el aporte de la práctica y de la teoría anárquica? Poco o nada, y esto porque se ha preferido la razón del movimiento a la claridad de los contenidos, porque ha sido concientemente decidido subordinar la práctica anárquica a la conveniencia política, que tal vez en la cabeza de algunos habrá tenido sentido -que, sin embargo es difícil de entender- pero que en sustancia ha llevado solo a fracasos. La anarquía en el Valle ha sido sacrificada sobre el altar de un populismo que de anarquismo ha querido saber poco y que hoy no demuestra haber cambiado minimamente de idea. En algunos casos hablando con ciertos anarquistas se tiene decididamente la impresión que el clima de familia ampliada (aunque esto sólo si aceptan los dictados del movimiento en todos los sentidos) ha aliviado el sufrimiento que años de militancia se llevan dentro y que, agradecidos por los gestos imprevistos, están prontos a darse ánimo y dar cuerpo al movimiento, en una suerte de amor religioso que daría envidia incluso al más pio de los sacerdotes en olor a santidad.
A todos lo que se han puesto y se ponen contra la Alta Velocidad y que se niegan a llamarse No Tav, ya sea porque no comparten objetivos, métodos o medios, han sido ignorados, vilipendiados, escarnecidos, difamados, espiados y chusmeados (perdón por la involuntaria cita de estilo proudhoniano). Proponer moverse de forma diferente sobre bases de afinidad es tomado como una perdida de tiempo, negarse a participar en el teatro del movimiento es visto como una substancial inacción, mientras ellos, al grito de “lo importante es estar ahí” aceptan ser las marionetas de los que gestionan sabiamente las parcelas del movimiento. Después, cada tanto alguna cosa sucede y alguno que hasta ese momento había hecho como que no veía, abre los ojos por un momento y se siente en deber de poner sus propias educadas quejas a las mil almas del movimiento, como en el caso del documento “A las compañeras y compañeros de calle (y de sentir)”, donde los difusores se sorprenden de una serie de eventos que sin embargo son el resultado de la dinámica de años, que los mismos, por lo menos con el silencio, han contribuído a establecer y que en determinado momento se han dado vuelta (la referencia es al campamento itinerante del 2014 y a la participación de los Alcaldes en las iniciativas para los cuatro -después 7- arrestados). Podría citar a Oscar Wilde, que en una máxima sostenía que nunca se debe discutir con los idiotas, porque te ponen a su novel y te golpean con la experiencia y esto vale también con los politiqueros y para quien elige, como algunos han elegido, jugar su juego.
De los eventos de este verano alguna escoria quedó, y la cuestión nacida del camnio de batuta entre los redactores de Finimondo y los de notav.infam, ligados a Askatasuna y al Comité de lucha popular (CLP) de Bussoleno, ha dado el impulso a algunos para sacarse las piedritas de los zapatos, pero eso sí, piedritas que en ciertos casos son de conveniencia política (aun) en una lucha hegemónica (“tiras de gasolina, banderas políticas y delación”) sobre el movimiento Not Tav que de hecho no entra en la cuestión de la esencia de tal realidad, como si por haber puesto “ideas y corazón” absuelva de haber aceptado la “razón del movimiento”, con todo lo que ha generado.
Olvidemos los blandos comunicados salidos de Roma (NED – P.S.M) o de Torino (el citado Macerie), uno casi sacerdotal en el tono, el otro que continua eludiendo, de forma muy sagazmente articulada, las cuestiones inherentes a la naturaleza del infame movimiento No Tav. Sabemos que no hemos tratado con la precisión que requería todos los temas, sabemos que hamos dejado afuera otras cuestiones que merecen un tratamiento más profundo, pero lo que queremos es abrir una brecha sobre el real escenario que existe en en Valle de Susa, tanto para los que aun quieren tocar el tema por acá como para los que están interesados en profundizar en la experiencia valsusiana desde una reflexión más general sobre el dominio y sus medios los cuales permanecen en el interior de las luchas para dejarlas inocuas o más facilmente recuperables.
(desde el Valle de Susa)
(1) Los Comités de Coordinación es el período de sesiones de los comités locales generales No Tav, el espacio en el que se deben discutir las propuestas de los diferentes grupos, los plazos de lucha, etc .. Símbolo de decisión horizontal del movimiento, de hecho, el debate interno está casi ausente y lo que se da es una dinámica de lideres y de delagación. Esta Coordinación discute poco o nada, simplemente para comunicar públicamente y ratificar las decisiones tomadas por separado por una pequeña élite (del valle y no) que establece la línea que el movimiento debe seguir.
(2) El 09 de diciembre 2013 son detenidos cuatro anarquistas (Chiara, Mattia, Niccolò y Claudio), bajo la acusación de haber participado en un asalto contra el astillero en Chiomonte en la noche entre el 13 y el 14 de mayo de ese año, que terminó con la quema de algunas máquinas. Luego serán arrestados bajo el mismo cargo el 11 de julio 2014, tres anarquistas más (Lucio, Francesco Graziano). El juicio de los primeros cuatro acusados, a los cuales la audiencia ha atribuido la responsabilidad de hecho, terminó el pasado 17 de diciembre con una pena de 3 años y 6 meses de prisión. En cambio, cayó el cargo de “terrorismo” que los fiscales habían tratado de meterles.
(3) Beppe Grillo es un cómico conocido que da voz a muchas protestas contra las políticas del gobierno, fluctuando entre ciudadanísmo izquierda y populismo de derecha. En octubre del 2009 se fundó el Movimiento 5 Estrellas que, después de la conquista de algunos gobiernos locales, a partir de febrero de 2013 también está presente en el Parlamento.
(4) El 28 de diciembre del 2014, el sitio notav.info – considerado “portavoz” del movimiento No Tav – publicó una nota editorial en la que acusó a los editores del sitio finimondo.org de ser los autores del sabotaje que tuvo lugar unos días antes en la línea de tren a Florencia y Bolonia, así como otros crímenes del pasado. Al día siguiente, el 29, el mismo artículo también se reprodujo desde otro sitio vinculado al autonomísmo de Turín, infoaut.org. La acusación se disparó ese día también en el diario La Repubblica. Tomada después una tradía consciencia, el mismo día los autónomistas piamonteces han modificado ligeramente el texto para cancelar su flagrante denuncia. Pero el 30 de diciembre fue el mismo Finimondo el que hizo público lo que pasó (aquí puedes leer el artículo original http://www.non-fides.fr/?Les-gentils-de-Noel) notav.infam acusando explícitamente a los redactores de haber indicado a sus editores a la policía. Controversia que aun no se ha aplacado.
(5) El 21 de diciembre del 2014 en Florencia, y el 23 en Bolonia, se produjeron dos sabotajes incendiarios contra la línea de alta velocidad.
(6) El 27 de junio de 2011, después de un día de enfrentamientos, más de dos mil agentes del orden desalojaron el campamento No Tav llamado “República Libre de la Maddalena,” abierto en Chiomonte el 22 de mayo anterior en la zona en la que debía ser realizado un túnel geonóstico. El 3 de julio siguiente hubo una protesta con 60.000 personas. Varios manifestantes irrumpieron en la zona administrada por la policía en un intento de volver a ocupar la misma. Más de 200 manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos y cinco de ellos fueron arrestados. Para estos días de enfrentamientos, el 27 de Enero del 2015, el Tribunal de Turín condenó a 47 manifestantes a penas de prisión que van desde unos pocos meses hasta más de 4 años.
(7) Desde el 17 hasta el 27 de julio del 2014 tuvo lugar en el Valle de Susa una marcha No Tav que involucró a siete países, con un campamento itinerante, móvil. Durante las paradas se organizaron diversas iniciativas, incluyendo reuniones con los gobiernos locales.
Extraido de finimondo.org