3 notas publicadas con escasos días de diferencia (ver http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/12
/04/anticastrista-deportado-del-pais-ideologo-de-anarquistas-560.html, http://www.jornada.unam.mx/2014
/12/05/politica/012n1pol y http://www.jornada.unam.mx/2014
/12/08/politica/010n2pol), sin duda evidencian que desde ese diario (emblemático para la “izquierda” autoritario-estatista de México y del continente) hay una sañuda intención tanto en centrar la mira de los cuerpos represivos del Estado mexicano en la caza del compañero Gustavo Rodríguez, como en brindarle justificación de matiz zurdoso a la brutal campaña antianarquista ahora en curso.
No tiene nada de extraño ver a un periódico tan identificado con el “progresismo decente, pacífico, democrático e institucionalista”, representado en México por la etiqueta del PRD y sus secuaces electorales, hacerle mala prensa a l@s anarquistas, pero basta con recorrer esos seudoreportajes para constatar que La Jornada ha caído al nivel ruin del soplón, pues superando incluso a los que suelen calificarse como voceros reaccionarios y de derecha, ha sido hasta ahora el único medio de difusión que ha apuntado directamente contra el compa Gustavo atribuyéndole, ni más ni menos, que la “responsabilidad intelectual” de la violencia que ha acompañado a las protestas de tiempos recientes en las calles mexicanas.
Hacer tal señalamiento resulta peor que grotesco en el país de Ayotzinapa y de esa “Guerra al Narcotráfico” donde los cárteles estatales y privados masacran al pueblo mexicano, pero probablemente se explica porque el Estado, el Capital y sus lacayos “progres” tienen urgente necesidad de echar tierra y encubrir su clara responsabilidad en semejante baño de sangre, así que nada mejor que desviar la atención y agitar un espantajo con esa violencia callejera, que por lo demás está en primer lugar asociada con la provocación de polizontes encubiertos o no (los “porros” o “halcones” y el sanguinario Cuerpo de Granaderos), algo que sin duda es bastante viejo y repetido en la historia mexicana como para que La Jornada finja ignorarlo.
Desde el ángulo periodístico, los 3 reportes son ejemplo de manipulación, mentiras y canalladas, de lo cual repasaremos a continuación algunas de las muestras más destacadas:
– Titular de la primera nota destacando que Gustavo es “anticastrista”: sabiéndose que entre los lectores de La Jornada abundan los fieles creyentes en la burocracia autoritaria que desde hace más de 50 años oprime al pueblo cubano, nada mejor que semejante mote para hacer que comulguen sin chistar con lo que viene luego en ese y demás textos.
– “Agente de la CIA”: acusación del más puro estilo stalinista, inevitable tras el titular arriba mentado, tantas veces endilgada a l@s anarquistas que ni hay molestia en argumentarla con solidez. Tal vez por esa costumbre, aquí es hecha sin ninguna precisión de la fuente o sobre cualquier hecho y dato para darle veracidad, montada en la mención al voleo de páginas web, sin atreverse a indicar ni un link concreto ni a uno solo de los supuestos “participantes del movimiento anarquista” que hagan tal imputación, que l@s libertari@s, justo por soportarla tanto, somos cuidadosos en lanzar tan alegremente como La Jornada.
– “Sociólogo”: ¡Ya puestos a inventar, viene de perlas atribuirle al acusado-condenado esta profesión, siempre sospechosa de subversiva!
– Al mencionar como referencia a “integrantes de grupos ácratas entrevistados por este diario”, nunca hay la menor identificación y siempre la mención de personas o colectivos es sospechosamente vaga.
– Para atacar al compañero Rodríguez, se recurre a una nota publicada por una expresión de fans del castrismo llamada “Noticias de la Rebelión”, gente de clara filiación marxista y hostilidad al anarquismo, sorprendentemente presentados como si fuesen ácratas que denuncian a un enemigo infiltrado.
– Cerrando con broche de oro esta gloriosa correría en el mundillo de la delación, la tercera nota se complace en destacar dos circunstancias: que su autor -el mismo libelista que perpetró los otros dos pasquines- ha recurrido en su tarea al apoyo de buenos contactos entre funcionarios de seguridad nacional, lo que no deja de ser una llamativa afinidad para este periodista de las causas populares; además, se completa la tarea de confidente afirmando que G.R. estaría en México, en velada sugerencia a que si algo le ocurre a quien se tacha de “impulsor de acciones violentas”, es porque se lo anda buscando y hasta merecido lo tiene.
Desde El Libertario (y confiamos que desde otras expresiones del movimiento anarquista en Latinoamérica y en el resto del mundo) seguiremos atentos para no solo desenmascarar la maniobra vil que se escuda en esta serie de artículos de La Jornada, sino en enfrentar la ofensiva de criminalización y represión con la cual se pretende liquidar moral y físicamente a l@s compas que hoy enarbolan la bandera negra en tierra mexicana.
¡Solidaridad con Gustavo Rodríguez y l@s anarquistas de México!