La anarquía no es ideología, es más bien una conciencia que rechaza la dominación que nos rodea ,misma que se introduce hasta los mas recónditos lugares (geográficos y mentales), la dominaciónes antónimo de libertad, y para nosotros no hay más valor que la libertad total. El anarquismo es la consecuencia lógicaa esta conciencia:
La dominación que nos rodea debe ser terminada, rechazada, destruida para dar paso a situacionesconcretas en las que no haya jefx, autoridad o poder , situaciones ácratas. Loque nos define como anárquicos es la ruptura con otras falsas ideas conscientesque creen que esta dominación debe ser dosificada, controlada, transformada y hasta conquistada, en contraste con nuestra conciencia que no puede comprender másque la necesidad de total y completa destrucción de la dominación de todo tipo,de la autoridad en TODOS sus niveles y claro del poder.
La forma negativaen la que somos presentados ante la sociedad por los mass media no nos preocupani nos condiciona.
Como anarquistas nopodemos esperar ser presentados en los medios masivos más que como sus totales enemigos (porque en realidad su labor es una labor por y para el estado, y por consiguiente son efectivamente nuestros antagonistas) y eso es algo fácilmente verificable, desde que el anarquismo cobro vida (en cualquiera de sus formas)ah sido presentado por los medios impresos, radiofónicos, televisivos odigitales como inmoral, ilegal, vándalo, contrario a los intereses de la mayoría,peligroso.
Seguir preocupándonospor revertir esa situación de enemistad entre la anarquía y los medios delpoder es una extrema falta de análisis, es una estúpida fantasía metafísica (yseguro que orgásmica para aquellos que se la pasan soñando en un día en que lxsreporterxs millonarios no nos digan “vándalos” y nos presenten comobuenos “salvadores del pueblo” jajaja). Mientras combatamos laautoridad, nos combatirá ella también.
Jueces de la acracia.
Hay y ha habido anarquistas que accionan de una u otra forma, violenta o no tan violenta perosiempre beligerante y refractaria ante el poder, que dedican sus capacidades a la expansión del conflicto real a todos los niveles contra el estado y la autoridad, propagan la revuelta contra el poder; es este, creo yo el perfil distintivo de lxs anarquistas a lo largo de la historia, rechazar la autoridad y consecuentemente combatirla.
Pero también hay y hahabido anarquistas a medias, con deseos de libertad reales a veces, pero sin mínima osadía rebelde, sin beligerancia contra lo que dicen detestar, “anarquistas”que solo observan y juzgan eso en lo que no participan, jueces de la acracia, con tanto miedo que terminan rechazando las practicas de insurrección que primero decían desear; intentan construir entonces un plan de “anarquía” acorde con sus miedos y sus carencias,un plan “anarquista” que coexista con lasociedad actual con el fin de no chocar con ella, porque saben bien que si vuelven realidad sus deseos la policía vendrá tras ellos y no están dispuestosa tomar ese riesgo.
Su “anarquía” seconvierte en una mierda intelectualoide sin capacidad de aportar siquiera a losdebates en torno a la conflictividad anarquista existente, mucho menos ya soncapaces de construir sus planes desenterrados de “sindicalismo” (los muertos noreviven ni a madrazos), ya ni hablar de la supuesta revolución de masas que dicenbuscar y en la cual ahí sí “utilizaran la violencia necesaria” (como dicen esostristes grupos anarco-estudiantiles delas universidades o los grupos de federaciones y congresos o las bibliotecas de anarquismo que toman como slogan de deslinde “ANARQUIA Y NO VIOLENCIA”).
Los jueces de la anarquía son pocos comparadoscon los anarquistas consecuentes, pero son los que más se hacen escuchar.
¡Que las palabras sean la gasolina que calcinelas cárceles mentales!
Ideas sueltas.
Distrito federal mexico. Abril 2015.
(Texto enviado anonimamente al e-mail del blog)