Texto tomado de la revista de la CNA de México, Libertad #1
A manera de introducción
Esto esta de la chingada
un preso de COC.
Se dice que un buen escrito siempre comienza con una buena cita, y que mejor que la que esta arriba para decir todo lo que se quiere sobre la cana, el bote, el tambo: La cárcel. La mas termina por unos, y sin embargo la preferida por otros; con esto no me refiero a la división entre incluidos, auto-excluidos y excluidos; sino a la misma sociedad. La sociedad que en veces ama su propia cárcel y la sustenta: la cárcel de la vida. Pero en este caso, cuando hablo de cárcel me refiero con exactitud a la prisión como elemento de coerción y su empleo como centro de extermino en la sociedad del capital. Se podría decir sin miedo a ser desmentidos que, nadie ama la cárcel; pero casi siempre la realidad contradice este argumento, y nos muestra lo fiera que es esa vida. Pues así como en la sociedad, en ese otro submundo el elemento coercitivo ha hecho que muchos presos prefieran vivir en la cárcel antes que en la calle, al punto que al salir y ver a la familia, vuelven a delinquir con el pleno cometido de regresar. No se imaginan la vida afuera, la sociedad es demasiado agresiva para ellos. La cárcel es su mundo, y han aprendido a vivirlo con mayor o menor riesgo.
Así que bien, este texto no indagara de manera profunda entre el análisis político y filosófico sobre la existencia de la cárcel; apenas los rosaremos. Sera mas descriptivo sobre la vida y la organización coercitiva carcelaria, centrando las bases para un debate y un análisis en el que se entremezclen las ideas desde la anarquía y las experiencias de vida en la cárcel. Tomemos pues, este escrito como un complemento al texto que hace tiempo escribí aun estando en prisión y que se titula: Centro de Observación, Clasificación y humillación; y que espero pronto sea publicado. Por otro lado, este escrito no tiene como objetivo asustar a nadie, ni orillar a los compas a tomar posiciones mas tibias en la lucha por el miedo a sufrir la represión. Así como tampoco intento ser ni crear especialistas anticarcelarios; o bien, contribuir a esa especie de lucha parcial contra las prisiones que muchos compas anarquistas llevan a cabo. Y muchos menos es pedir mejoras en el sistema penitenciario o implorar a que organizaciones caritativas les intenten arreglar la vida. Mi cometido es incitar al debate y la reflexión en base de la descripción de una realidad casi oculta, pero que se vive a diario, y que esta necesariamente acompañada del análisis político-filosófico desde la anarquía.
La cárcel y su otro mundo
Comúnmente es difícil explicar desde a dentro -de la cárcel- como es la vida en prisión. Casi nadie se atreve a hacerlo. Por una parte, es porque nadie quiere que su familia sufra al escuchar lo fiera que es esa vida. Pero por otro lado, ese silencio se debe, no tanto por el miedo a represalias directas por parte de quienes gestionan el sistema penitenciario; sino por miedo a represalias por parte de los custodios. Y no siempre de la mano de ellos, sino que de otros presos lacayos de los mismos custodios.
Cuando estaba en COC en el reclusorio sur, una noticia impacto a los presos. Me recuerdo que estábamos viendo la TV -la rentas por unos 150 pesos a la semana- cuando salio la noticia de que unos presos del reclusorio oriente, el que actualmente es el mas brutal de los tres que hay en el distrito federal; habían filmado en un vídeo con un celular a los custodios realizando sus cotidianas extorsiones. En este caso serian filmados cuando cobraban por el rancho N1 y cuando cobraban por bajar a la visita familiar en población. La noticia de que a los custodios les habían corrido de su trabajo y al director del reclusorio oriente lo habían destituido, pues les sentó bien a muchos presos que sintieron que al menos se hacia algo de justicia. Debo de decir que a mi también me saco una sonrisita; no la acción que se tomo desde el gobierno contra los custodios, sino, la voluntad de los presos de romper el hielo. Poco después trasladaron al reclusorio sur a uno de los presos que puso a los custodios. Lo tenían en protección con dos guardias siempre fuera de su estancia, siempre con el a la hora de la visita y nadie se le podía acercar. Yo, por medio de una técnica penitenciaria le intente pasar algunos libretos sobre la cárcel y la anarquía, pero fue imposible. Con el paso de los días la actitud de muchos presos me cago, porque fue la misma de siempre: gritarle Borrega. Haciendo uso de lo aprendido de parte de sus camaradas los custodios. Borrega le gritaban por haber filmado a los custodios robando a los presos y por haber dado un testimonio de las extorsiones. Otros le gritaban ponchado, que es lo mismo. Esa actitud degradante es parte del comportamiento que existe entre los presos cuando uno va a poncharse con los custodios sobre lo que otro preso le hace; pero también la aprovechan los custodios para protegerse y hacer ver que quien delata sus abusos también es un ponchado, aunque sean los custodios unos culeros. Bien, de este caso del preso que filmo el vídeo se dijo mucho. Por un lado que fue el mismo gobierno quien orquesto todo el show para tener justificación y destituir al director en curso; hasta que fue por venganza porque la mujer de uno de los presos se fue con un custodio, etc. Motivos son muchos, pero mi sorpresa que no fue menor, y fue cuando entendí porque el preso estaba bajo estricta vigilancia. Y ese motivo no es otro mas que protección ante ataques de los mismos presos. Que feo, pero así es. Cuando un custodio tiene un problema similar, -de esa magnitud; no son los custodios quienes posteriormente maltratan al preso en cuestión, sino que son los mismos presos los que lo hacen. Lo molestan y en casos hasta lo asesinan. Pagados claro esta por los mismos custodios. Pero no todos los presos hacen esto, sino que son los entes que ya no tienen salida. Quienes cumplen largas condenan, o bien, los adictos a la piedra u otras drogas que por unos 50 a 100 pesos se prestan y la rifan. Entonces, es en parte por miedo a este tipo de represalias que muchos presos se niegan a testimoniar sobre los abusos de autoridad N2 de parte de los custodios, psicólogos, criminólogos o los médicos del servicio hospitalario. También por el miedo a ser señalados y a que la vida en prisión les sea aun mas difícil ante esa imagen del preso que sumisamente aguanta de todo y no se rebela; o como ellos le llaman: No se poncha.
En la cárcel hay muchos presos que de una u otra manera arman sus bisnes -bussines- y se crean un ritmo de vida dentro de la cárcel. Vendiendo verduras, frutas, comida, marihuana, despensa, agua caliente, etc. Una manera mas digna de sobre vivir. Mientras que otros simplemente por comida y beneficios y miedo a la vida en la cárcel prefieren trabajar con los monos (custodios). Unos cobrando las extorsiones cotidianas como las listas y otros de pinches mandaderos o borregas (aquí si estoy de acuerdo con la utilización del termino, por pinches soplones) avisando a los custodios de cualquier conflicto entre los presos e incluso -y sobre todo- planes de fuga o motín.
El sistema penitenciario y su sociedad necesitan forjarse sus armas para sobrevivir y así como acá afuera, también están los resignados y los soplones. Adentro pues claro esta, que por una parte el sistema aprovecha de la presión ejercida sobre los mismos presos para armarse de esas fuentes de información, pero también creo yo y siempre he creído que aun en diversas condiciones cada cual tiene un grado de responsabilidad sobre sus actos, pues así como hay presos amiguitos de los custodios -aunque sea de manera hipócrita- también hay quienes les odian, los confrontan, que y prefieren vivir mendigando o haciendo sus bisnes antes que ponerse a su servicio. Pero la gran desilusión es que al final solo son contados pues la mayoría solo actúan depende de las circunstancias. N3 Además de estos tipo de presos que arman sus bisnesitos mas o menos dignos para poder sobrevivir, también están los opulentos, (la división de clases entre los presos se ve al por mayor)los jefes de las mafias, los presos de otros países, los de familias pudientes; son los presos que controlan todo o una parte del bisne en la cárcel. Gente -a veces despreciable- que incluso llegan a mantener a sus familias en el exterior con el dinero recaudado de la venta de droga en la misma cárcel N4 o de extorsiones a otros presos y a las familias de otros presos . Dice una cita en el Ai ferri corti que: no hay nadie mas igual a un representante de la burguesía que un representante del proletariado, porque los que los hace exactamente iguales es eso: que son representantes.
Y aquí vale la pena otro punto. Y es que en esto de las extorsiones nadie se libra de ellas. Hay miles de maneras de hacerlo. Me decía una mujer que trabajaba en el reclu como técnica penitenciaria: Los presos son bien habilidosos. Una de esas maneras de extorsionar es mediante la droga. Engancharte en una droga en la cárcel es de lo peor. Las peores cosas que vi y las que solo escuche en ese corto periodo, fueron a causa de las adicciones: a la piedra principalmente. En muchos casos los presos han llegado a vender u ofrecer a sus hermanas, novias y hasta a la madre a cambio de drogas o como garantía para que no les maten. En otros son obligados a ponerlas para el jefe de la mafia. Una completa degradación social y espiritual. Y aquí, hablando de los jefes de la cárcel entra otra cuestión un poco redundante con lo que mencionaba antes pero que vale la pena su exposición. El sistema penitenciario también crea sus armas, decía párrafos arriba, y sabe como hacer que unos presos se opongan a otros para así perpetuar el control y lavarse las manos: por una parte es mediante sus organizaciones caritativas y pequeños cambios. Desviando la atención de lo que podría, en algún punto, ser el problema inmediato para muchos de los presos mas conscientes: La existencia de la cárcel. Por que generalmente siempre son los presos poderosos -jefes de la mafia y sus chambeadores- a quienes afectan este tipo de reformas que buscan el mínimo bienestar en la cárcel. Y que luego terminan haciendo responsables a otros presos quejosos, de que ya no se pueden hacer sus bissnes contra tranquilidad, y los maltratan. No son siempre los custodios los encargados de poner orden a las cosas, sino que son los mismo presos quienes por una parte se encargan de mantener el orden en la cárcel. Un reflejo claro de un punto casi culmine del control social en la social democracia: convertir a la gente en la policía propia de si mismos. Muchas veces siendo conscientes colaboradores y otras por pura conveniencia. Estos presos jefes de la mafia son los responsables muchas veces de mantener el orden en los diversos pasillos en donde tienen sus tienditas de droga, y cualquier problema es arreglado por ellos o directamente reportado a los custodios. No en todos los casos es así, pero en lo general es un ambiente que prevalece. Un ejemplo claro de esto que hable lineas antes son los diversos motines que se han realizado en el reclusorio sur. Dichos disturbios ni siquiera fueron por demandas inmediatas de los presos: como la comida, el servicio medico, revisión de expedientes etc. -como dijeron los medios de comunicación. Sino que fueron por la negativa del director de la prisión a seguir introduciendo droga a la cárcel; en corto: porque no tenían mota pa’ fumar. La solución fue drástica: luego de someterlos, los tiburones (antidisturbios) pasaron estancia por estancia regalando marihuana a los presos revoltosos, y garantizaron que el ingreso de la droga a la cárcel siguiera su curso con toda normalidad.
El reclusorio sur esta conformado por 9 dormitorios y 8 anexos, mas el área de COC, de ingreso, gobierno, servicio medico, la fabrica de bolsas, la escuela, generales, las canchas, el teatro y el gimnasio. Hay un corredor grande que pasa por todos los dormitorios y anexos que le dicen el quilómetro que es donde estaban todos los teléfonos públicos. Los dormitorios se dividen así: el D-9 es donde están los enfermos de por vida, licitados, viejos con diversas enfermedades, este dormitorio esta fuera del área de población justo frente al servicio medico; el D-1 es donde se supone tendrían reservado para la llamada población vulnerable como los indígenas, las personas mayores de 65 anios, extranjeros; pero que en lo general es el lugar donde se venden las estancias a los presos burgueses o pudientes como narcotraficantes, extorsionadores, etc; el D-2 esta dividido entre población con problemas mentales como psiquiátricos, que necesitan drogas medicas, y la otra parte es para los que esta en desintoxicación de alguna droga y que funciona como un especie de AA, a este dormitorio no por nada le dicen Oceánica; el D-3 y el D-4 que son de los mejores son para los primo-delincuentes y quienes afuera cursaron grados de estudios o quienes estaban en curso de sus estudios; el D-5 que es a donde me mandaron, están todos los presos revueltos desde multihomicidas hasta narcomenudistas y secuestradores; el D-6 y D-7 que fueron los dormitorios que armaron el motín, están reservados para los reincidentes. Estos dormitorios son los peores pues albergan la viva imagen que vemos siempre en los documentales sobre prisiones en México; sin luz, sin agua, físicamente degradados, con sobre población, presos durmiendo colgados de las rejas, durmiendo sentados en la taza del wc, etc; luego sigue el D-8 que es el de los Gays y transexuales. En los anexos están multihomicidas, y multireicidentes, así como presos con delitos grandes: extorsión, secuestro exprerss, homicidio calificado etc. Para llegar a ocupar uno de estos departamentos -como dice la compa Fallon- hay que pasar por diversos exámenes en COC con los cuales clasifican a los internos para mandarlos a los dormitorios adecuados. Aunque en muchas ocasiones las clasificaciones están mal echas, pues son basadas principalmente en el dictamen de criminología y psicología. Criminólogos y psicólogos quienes son los encargados de hundir aun mas al preso y de destruir su estabilidad emocional y socio-afectiva haciendo al preso sentir culpa absoluta por estar en la prisión, además de frustración y arrepentimiento por destruir a su familia. Aun cuando el preso no realizo el delito del cual se le acusa, el criminólogo siempre se encarga de hacerle sentir una responsabilidad propia por estar en la cárcel y no cargar de culpa a la sociedad y al sistema. Además son los encargados directos de esa reincorporación social que no es otra cosa que los intentos de adaptar a los criminales al capitalismo. De una manera poniendo todo tipo de trabas para que el preso obtenga su libertad condicionada o adelantada. Mientras que por otro lado saben perfectamente administrar su trabajo y entienden que para que el capitalismo pueda funcionar necesita del control, y mientras este no llegue al punto culmine del auto-control mental de las masas, siempre es necesario elementos disidentes de la sociedad mediante los cuales justifiquen el control policial, por ejemplo. Desgarrando el sistema penitenciario nos damos cuenta de que los custodios son, en efecto como la policía: una mínima entidad encargada de ejercer el control mediante la violencia e intimidación; y que así también hay quienes se les rebelan. Así vemos también que tanto trabajadores sociales, médicos, pero principalmente criminólogos y psicólogos son los encargados de hacer el trabajo fuerte y que esta lejos de tirar un solo golpe. Generalmente esta elite en la sociedad penitenciaria están privilegiados y protegidos, aunque es de aclarar que en reclusorios como el oriente incluso han llegado a matar a los mismos técnicos penitenciarios. El sistema penitenciario como la sociedad tiene sus estructuras, y el ataque debe de se ser en conjunto mas no de manera aislada. Solamente con la destrucción del Estado/Capital es como también las cárceles caerán, mas no con una lucha especialista enfocada en atacar un solo pilar del sistema; y menos aun bajo la bandera de la abolición.
La cárcel que me toco vivir en definitiva es como la define la compañera Fallon en su ultima carta: parece mas auna escuelita. Mas que por la relación hipotética que uno pueda crear entre la cárcel y la escuela, con sus muros y castigos, es por el mismo comportamiento de la mayoria los presos. Parece una escuela de televisión donde todo se toma medio en serio medio en juego, aunque lo que este en juego muchas veces sea tu propia vida.
Para uno como anarquista este tipo de vida en la cárcel suele ser difícil, no quizás mas difícil que el resto de los presos pero si difícil; principalmente por el dilema moral y ético al que uno se enfrenta cuando se ve confrontado con estas posiciones de poder que existen entre los presos. Sumando a esto todo el esfuerzo que el sistema hace para destruir su persona. Sabiendo bien que inmediatamente hay dos caminos para sobrevivir: la ilegalidad o la sumisión. Pero de una u otra forma siempre colaborando con el sistema, porque al final uno se encuentra que aun haciendo los propios bissnes entramos en el juego al que sistema penitenciario nos orilla a entrar. La decisión esta en uno, pero suele ser difícil. Principalmente porque no queremos -y nos oponemos- a tomar partido en el aislamiento voluntario -el cual de una u otra manera te libra de participar en esas relaciones de poder entre los presos que impone la vida carcelaria y que algunos de los presos las cobijan con placer- o en pedir condiciones privilegiadas para quienes se auto pronuncian como Presos Políticos. Actitud degradante que proviene de las lineas Marxistas, siempre haciendo uso de esa vanguardia revolucionaria que se empeña en marcar diferencia de los presos comunes -así les llaman- o lumpen y que esta ahí, separada, precisamente para educar a esos salvajes presos carentes de conciencia de clase en si -o para si, y demás enredos marxistas.
Cuando uno como anarquista llega a la cárcel, no siempre llega engañado; pero aun así siempre se piensa que es terreno fértil para sembrar rebeliones y motines. Luego la decepción llega y nos encontramos que aun ahí dentro hay mucho trabajo por hacer; que como acá afuera, también hay quienes en algún momento defenderán el orden. Y que al ser un submundo, con un espacio mil veces mas reducido -que en la sociedad- y diversas condiciones que hacen que el control sea mayor, entonces las posibilidades de auto-organización parecen casi nulas, o bien necesitan superar de alguna manera ese control; y pues uno desespera un poco. Este discurso que intento manejar, nos recuerda de alguna manera las criticas vertidas por compañeros de afinidad sobre la cuestión de los migrantes en Europa. Porque es verdad que muchas posiciones provenientes desde la izquierda y los izquierdistas intentan posicionar al preso en un papel de eterna víctima, mientras que van idealizándolo y posicionándolo también como un ente -natural- potencialmente revolucionario, por el simple echo de sufrir las condiciones de represión y opresión a las cuales esta sometido por el Estado. Un argumento que es muchas veces utilizado por quienes a su vez idealizan la ilegalidad, el ilegalismo y a los ilegalistas. Mientras que por el otro lado, al momento de realizar cualquier análisis minuciosos no debemos olvidar tampoco que dichas condiciones están dirigidas para forjar en los individuos personas responsables con el sistema; o bien, para destruirlos siendo inservibles. Al final del todo, siempre pienso lo mismo, y es que en cualquier sociedad, por muy podrida que sea, y en cualquier lucha por mucho que tienda hacia la asimilación o recuperación; hay individuos que no se domestican, que cuestionan, que manipulan y que atacan; es en esos momentos de ataque, ruptura y destrucción N5 es donde aun dentro de las prisiones podemos encontrar afinidades con las cuales comenzar un camino, un viaje y generar la insurrección; en definitiva retomar nuestras vidas.
Ya para terminar me gustaría incluir otra cita que esta especialmente dedicada para la reflexión sobre ciertos modos de intervención con los cuales me cuestiono ahora mismo mucho su validez N6 tanto ética, así como estrategia de lucha que parte desde la informalidad: Resaltemos ante todo los problemas éticos relativos al método empleado, al hecho de confiar en los avatares del transporte por correo para atacar a un perro guardián del poder, es decir, delegar en un explotado – con todos los riesgos que conlleva para su persona pero sobre todo sin tener en cuenta su voluntad propia – el porte de un artefacto a domicilio y las contradicciones entre los fines y los medios que se derivan de ello. Pero también plantea el problema de atacar a las secretarias y a los empleados, a los esclavos de los poderosos de este mundo. Nos podemos preguntar aquí, si es lo que se entiende por “golpear al poder en sus hombres y sus estructuras”[…]
En julio, el mismo paquete vuelve a ser reivindicado junto con otros ataques en España e Italia, todos reunidos bajo el nombre “Solidaridad Internacional”. El comunicado precisa que no se trata de ninguna vanguardia armada, que en base a unos principios, cualquiera puede utilizar el mismo nombre. Pero en el fondo esto no es más que una declaración de intenciones en tanto que la reivindicación y la firma tienden precisamente a diferenciar un gesto de revuelta de los demás, haciéndolo emerger del pantano de la conflictividad social difusa para situarlo en una lógica que en sí es política […] Recalquemos de paso que si bien el paquete enviado a Zuloaga tenía intención de herir, también demostró la ineficacia del método empleado, visto que era casi imposible que uno de estos paquetes llegara a su destinatario. Los paquetes siguientes – algunos ni siguiera contenían carga explosiva – cayeron en la repetición absurda y en la búsqueda de un efecto meramente espectacular. Estos “ataques” sólo existían por el jaleo mediático que provocaban, y sin embargo ocupaban en el imaginario de algunos el puesto más alto en la escala de la radicalidad. Ese modo muy específico tuvo al menos dos efectos nocivos ya que por una parte eclipsaba toda la variedad de ataques y de acciones directas presentes y por otra, ofrecía a los verdugos la posibilidad de pasar por víctimas. Además de entrar en la lógica del contrapoder, los paquetes lanzaban una amenaza irreal, y eso los poderosos lo sabían bienN7.
Sasha continuó en ruso. Estaba orgulloso de que sus compañeros fueran tenidos en tan alta estima dijo; pero, ¿porqué había anarquistas en las cárceles soviéticas? “¿Anarquistas? – Interrumpió Ilich – ¡Tonterías! ¿Quién le ha contado esos cuentos y como es que se los cree? En las prisiones hay bandidos, y majnovistas, pero no anarquistas ideini [NdE: reconocidos por el régimen como representantes de una teoría política aceptable]. – Mirad – exclamé – la América capitalista divide también a los anarquistas en dos categorías: los filósofos y los criminales. Los primeros son aceptados por todas partes, incluso uno de ellos forma parte del gobierno de Wilson. Los otros, a los que tenemos el honor de pertenecer, son encarcelados y perseguidos. ¿Entonces hacéis vosotros la misma distinción?
Emma Goldman, Viviendo mi vida, 1932
Para mi, la única consigna de libertad a los presos y destrucción a las cárceles es la lucha mismaN8. La libertad absoluta se encuentra en la destrucción del Estado del Capitalismo y cualquier otro que nos quieran imponer incluso si se disfraza su autoritarismo y prepotencia bajo el lema del Poder Popular.
Sin vanguardias, especialistas, lideres ni dirigentes: Guerra social en todos los frentes.
Mario A. Lopez Hernandez
Desde algún lugar de este caótico universo
Abril del 2014